domingo, 28 de septiembre de 2008

Sin título

"Observen el vuelo de la abeja. Va de flor en flor, hace sus libaciones. Ustedes se enteran de que va a transportar en sus patas el polen de una flor al pistilo de otra flor. Eso leen en el vuelo de una abeja. En un vuelo de pájaros que vuelan bajo -se le llama un vuelo, pero en realidad es un grupo a cierta altura- leen que se acerca una tempestad. Pero ellos ¿leen acaso? ¿Lee la abeja que ella sirve para la reproducción de las plantas fanerógamas? ¿Lee el pájaro el augurio de la fortuna, como se decía antes, o sea, de la tempestad? Ése es el asunto. Después de todo, no se puede afirmar que la golondrina no lea la tempestad, pero tampoco es seguro."

Jacques Lacan, "La función de lo escrito"



Y yo digo. Yo sí quiero leer en mis movimientos, en lo que digo y en lo que hago. No necesariamente de forma intelectual, ni procesado todo por mi mente racional. Supongo que hay infinitos modos de ser consciente. Tampoco esto implica querer tenerme bajo control, creo.

Definitivamente quiero hacerlo y sigo buscando la manera.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué bonito.

Se nos ha olvidado vivir. Desconocemos nuestros mecanismos. Y nos hemos inventado otros...

Yo tampoco quiero ser nada distinto de lo que soy.

La faz del adversario dijo...

bonita! que bom tu comentario!!
estoy muy bien, me apunto su blog para ir olhando poco a poco!

espero que esteis todos muy bien, cuando espero una visita de la parejita feliz?

un besazo sosososolinda!!

Anónimo dijo...

"qué sabe el pez del agua en que nada tu su vida?"
A. Einstein