domingo, 31 de mayo de 2009
domingo, 24 de mayo de 2009
jueves, 7 de mayo de 2009
Más paradojas
Los dibujos de pacientes con parkinsonismo, cuando se los "despierta" con L-Dopa, constituyen una analogía instructiva. El parkinsoniano cuando se le pide que dibuje un árbol, tiende a dibujar una cosa pequeña y escuálida (la micrografía característica del Parkinson), raquítica, empobrecida, un árbol deshojado en invierno. Cuando se "calienta", se "recupera", se anima con la L-Dopa, el árbol adquiere vigor, vida, imaginación...y follaje. Si se pone demasiado excitado, demasiado exaltado, debido a la L-Dopa, el árbol puede adquirir una exuberancia y una complicación fantásticas, estallando en una frondosidad de follaje y ramas nuevas con pequeños arabescos, volutas, etc, hasta que por último su forma original queda completamente perdida bajo esos primores enormes, barrocos. Estos dibujos son también bastante característicos de los pacientes con síndrome de Tourette (la forma original, el pensamiento original, queda perdido en una selva de adornos) y el llamado "arte veloz" del anfetaminismo. Primero la imaginación despierta, luego se excita, cae en un frenesí y desemboca en lo interminable, en el exceso.
Qué paradoja, qué crueldad, que ironía hay aquí. ¡La vida interior y la imaginación pueden permanecer apagadas y adormecidas si no se las libera, si nos las despierta una intoxicación o una enfermedad! (...)
Esta misma valoración se puede aplicar también a las estimulaciones eléctricas del cerebro: hay epilepsias que son estimulantes y adictivas, y pueden autoprovocárselas (...) hay otras que aportan paz y bienestar genuino. El bienestar puede ser genuino aunque lo provoque una enfermedad. Y este bienestar paradójico puede otorgar incluso un beneficio perdurable (...).
Nos encontramos aquí en aguas desconocidas donde pueden cambiar totalmente de sentido todas las consideraciones habituales, donde enfermedad puede ser bienestar, y normalidad enfermedad, donde la excitación puede ser una exclavitud o una liberación y donde la realidad puede residir en la ebriedad, no en la sobriedad. Es el reino de Cupido y Dionisio.
Qué paradoja, qué crueldad, que ironía hay aquí. ¡La vida interior y la imaginación pueden permanecer apagadas y adormecidas si no se las libera, si nos las despierta una intoxicación o una enfermedad! (...)
Esta misma valoración se puede aplicar también a las estimulaciones eléctricas del cerebro: hay epilepsias que son estimulantes y adictivas, y pueden autoprovocárselas (...) hay otras que aportan paz y bienestar genuino. El bienestar puede ser genuino aunque lo provoque una enfermedad. Y este bienestar paradójico puede otorgar incluso un beneficio perdurable (...).
Nos encontramos aquí en aguas desconocidas donde pueden cambiar totalmente de sentido todas las consideraciones habituales, donde enfermedad puede ser bienestar, y normalidad enfermedad, donde la excitación puede ser una exclavitud o una liberación y donde la realidad puede residir en la ebriedad, no en la sobriedad. Es el reino de Cupido y Dionisio.
Oliver Sacks, El hombre que confundió a su mujer con un sombrero.
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Ars médica,
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jueves, 30 de abril de 2009
viernes, 3 de abril de 2009
Para leer en forma interrogativa
Has visto,
verdaderamente has visto
la nieve, los astros, los pasos afelpados de la brisa...
Has tocado,
de verdad has tocado
el plato, el pan, la cara de esa mujer que tanto amás...
Has vivido
como un golpe en la frente,
el instante, el jadeo, la caída, la fuga...
Has sabido
con cada poro de la piel, sabido
que tus ojos, tus manos, tu sexo, tu blando corazón,
había que tirarlos
había que llorarlos
había que inventarlos otra vez.
verdaderamente has visto
la nieve, los astros, los pasos afelpados de la brisa...
Has tocado,
de verdad has tocado
el plato, el pan, la cara de esa mujer que tanto amás...
Has vivido
como un golpe en la frente,
el instante, el jadeo, la caída, la fuga...
Has sabido
con cada poro de la piel, sabido
que tus ojos, tus manos, tu sexo, tu blando corazón,
había que tirarlos
había que llorarlos
había que inventarlos otra vez.
Julio Cortázar
martes, 31 de marzo de 2009
Podemos más de lo que creemos
De casualidad me he topado con este libro, Guía de consumo responsable y solidario en la Comunidad de Madrid. Tiene información de un montón de entidades que trabajan bajo criterios de responsabilidad social y ecológica, desde tiendas de ropa o alimentos, huertos, hasta radios y bancos.
El link os lleva a la librería Traficantes de sueños, que ofrece todos sus libros en formato pdf y se pueden descargar gratis.
Creo que la forma en que consumimos tiene más importancia de la que en general le damos. No se trata sólo de una cuestión de cantidad, que es la cara más obvia aunque no por eso menos relevante. Qué compramos y a quién también es una pregunta importante, porque aunque no queramos, estamos financiando y potenciando aquel tipo de comercio en el que dejamos el dinero. Que sea con conciencia al menos.
Sólo le he echado un vistazo rápido al libro, me parece que puede ser interesante, ya me contareis.
El link os lleva a la librería Traficantes de sueños, que ofrece todos sus libros en formato pdf y se pueden descargar gratis.
Creo que la forma en que consumimos tiene más importancia de la que en general le damos. No se trata sólo de una cuestión de cantidad, que es la cara más obvia aunque no por eso menos relevante. Qué compramos y a quién también es una pregunta importante, porque aunque no queramos, estamos financiando y potenciando aquel tipo de comercio en el que dejamos el dinero. Que sea con conciencia al menos.
Sólo le he echado un vistazo rápido al libro, me parece que puede ser interesante, ya me contareis.
lunes, 30 de marzo de 2009
once
hoy toca compartir este momento melancólico escuchando a Marketa Irglova, protagonista de la peli once (les animo a que la vean, yo la he disfrutado mucho).
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